Pensé … que la vida me había preparado para tu partida, pero no contaba con que el corazón desbordaría de tristeza. ¿Cómo superar tu ausencia? si eras la persona que me había enseñado en este mundo el amor incondicional. Extrañaba tus palabras amorosas, tus silencios llenos de ternura, tus Bendiciones hacia todo lo que amaba, tus abrazos, tu apoyo en todas mis locuras, y todo aquello que me hacia sentir especial para ti. Pero me di cuenta de algo maravilloso … que era precisamente lo que tu ausencia me seguía enseñando … el amor incondicional.
El amor no se pierde … no se rompe … no cambia … el amor siempre es … presente … eterno … más allá de las formas, del tiempo y del espacio permanece brillando, latiendo en el corazón mismo de Dios. Entonces, no hay distancias, entre tú y yo, porque el amor todo lo es, todo lo abarca, no hay un lugar donde no exista y por lo tanto en donde no te pueda sentir, tal vez no pueda tocarte … pero puedo sentirte … sólo basta con cerrar los ojos y tu amor llenará mis pensamientos, mis sentidos, mis emociones, mis recuerdos … mi ser … y ahí … en el cielo me encuentro contigo, porque me has mostrado que el cielo no es un lugar fijo … sino donde habita el amor.
Honro tu presencia en mi vida de la mejor manera que puedo … sonríendole al momento, agradeciendo cada espacio que colma tu recuerdo, dando lo mejor y viviendo con tu amor en mí. ¡Gracias por tantas aventuras colmadas de ti! ¡Te amo!
Y ese amor es precisamente el que … me permite soltarte … como la nube que deja caer sus gotas sabiendo que siempre serán parte de ella.
Si tienes amorEs en el cielo recuerda … llora tu dolor, pero sonríenle a su amor. Ellos siempre permanecerán viviendo en ti, agradece el que hayan compartido contigo esta vida y muéstrales que su paso no fue en balde, porque dejaron la mejor enseñanza en ti. Vive cada momento saboreando el fruto de su amor.
¡Abrazos del alma!
Luz Navarro