Pensar en levantarse de la cama para practicar yoga en un día de frío, puede no ser el plan más atractivo, pero una vez que conozcas los beneficios que la práctica puede brindarte en esta época invernal, estoy segura que te animarás y lo sumarás a la lista de eventos y compra de regalos.
Nosotros, reflejamos en nuestro cuerpo los cambios del ambiente, lo cual puede llevarnos a desbalances físicos y emocionales. Algunos de ellos se pueden manifestar en resfriados, gripa, letargo, dolor corporal, desánimo y hasta depresión. La manera de disfrutar del invierno sin que nos afecte negativamente es fluir con el ritmo de la naturaleza y el yoga es un gran remedio para el frío.
Durante el invierno, en términos generales, debemos preferir lo que genere calor en nuestro cuerpo, energía, vitalidad, y aquello que aumente nuestras defensas. Practicar yoga para el frío es una forma de estimular nuestro sistema inmune, generar calor corporal y mantener nuestro estado de ánimo positivo. Asimismo, de la misma manera que la naturaleza está recogida, los seres humanos podemos aprovechar esta oportunidad para tomarnos todo con más calma, meditar y renovarnos.
Posturas de yoga:
Si ya practicas yoga o conoces la secuencua, los saludos al sol (Surya Namaskar) son especialmente benéficos en estos momentos. Puedes simplemente practicar 5, 10 o más y con eso es suficiente práctica para obtener los beneficios para el invierno.
Asimismo, puedes practicar posturas que impliquen trabajo en tu abdomen que es donde se genera más calor, tales como: el barco, torsiones, inversiones de manos o cabeza 8solo para practicantes regulares o avanzados). Esta es la época del año donde más ejercicio vigoroso y disciplina necesitamos.
El Barco o Navasana. Con tu espalda recta carga un poco el peso del cuerpo hacia atrás evitando hundir el pecho o perder la línea recta de la columna, levanta las piernas del piso, puede ser hasta ahí suficiente o puedes ir elevenado las piernas a la altura de rodillas o completamente, como en la imagen. Sostén la postura de 6 a 8 respiraciones.
Torsiones. Sentado cruza una de tus piernas sobre la otra, con el brazo contrario a la pierna toma tu rodilla, o abraza más profundo la pierna, o lleva el codo afuera de la rodilla y rota el torso hacia el costado buscando que el pecho quede abierto, tu columna derecha y observa sobre tu hombro de atrás. Respira de 6 a 8 respiraciones.
Pranayama: La respiración es ideal para generar calor corporal, un ejercicio ideal de respiración en ésta época invernal es la llamada Kapalabhati. Traducido del sánscrito como “cráneo brillante”, es un ejercicios de respiración y es además un kriya porque es una técnica de limpieza del cuerpo físico y el cuerpo sutil. Kapalabhati aumenta nuestra temperatura corporal, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, purifica los pulmones y los canales energéticos, (permitiendo que fluya el prana más fácilmente), eleva notoriamente los niveles de energía y promueve una mejor oxigenación de cada una de nuestras células. Además nos deja muy agudos de mente y enfocados.
Meditación y pensamiento positivo: La meditación es la mejor técnica para entrenar nuestra mente, que es la que rige la manera como pensamos y lo que sentimos. Diez minutos de meditación al día nos puede alejar de las emociones negativas tan frecuentes en esta época, como la tristeza o el desánimo, y puede conectarnos con aquella parte de nosotros eternamente plena y que siempre está sintonizada con la vida. Meditar nos ayuda a abrir el corazón y a llevar un sol radiante en nuestro pecho. Además, al meditar podemos proponernos mantener una intención específica durante todo el día: por ejemplo, pensar y hablar bonito o transmitir calidez a todas las personas que nos encontremos con una sonrisa o un comentario positivo. Porque el otoño y/o invierno es también un momento meditativo y de contacto con nuestra vida interior.
Namaste